martes, 1 de mayo de 2012

Soñé la noche

Soñé  que la noche

crecía como niebla

sobre mis cansados parpados

y en la oscuridad temida

reviví los recuerdos añorados.



Sentí que tus ojos me miraban

y tu cuerpo era una sombra indefinida,

una grisacea pincelada

de duda temblorosa

que erizaba los cabellos yertos

de los muertos.



De la noche escapé,

entre visillos negros

para visitar aquella lugubre morada

donde la luna fue sol

y la piel quemada,

donde vinimoslos instantes idilicos

de una existencia atormentada.



No encontré el lugar

no encontré la casa.

Pregunté al vacio,

me contestó: Nada.



Desperté en la noche,

me encontré muriendo,

no existió tu sombra

ni ningún momento

que soñar pudiera

pues estaba muerto.



Pamplona. 1986

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