jueves, 13 de diciembre de 2012

Azul cielo, blanquecina espora

Azul cielo, blanquecina espora que cae por entre los rayos, soñando una noche sin límites, resurgiendo luego en increible alborada

Se estremecen las oscuras cuevas con el fuego sanguíneo de las madrugadas silenciosas

Las columnas tiemblan, se quiebran, se abren cautas, derrumbándose  ante el violento grito
que surge de las profundidades

Arde la ciudad. Los edificios caen pesados, estrepitosamente humeantes

Emergen sobre la extensa superficie llana de la mar onduladas olas que crecen y se elevan
y de pronto desaparecen en gigantescas cataratas

Los montes se levantan y erigen en su cumbre un monolito pétreo, todo un símbolo.

Duermen los espejos verdes, ciegos, bajo una cortina negra

La luna ríe, la luna llora y se refleja orgullosa sobre el espejo verde en la aurora

Azul cielo, pétalo rojo abierto a la luz del alba que se eriza en vibrante escalofriante la frescura del rocío de la mañana

La yerba entredorada en el amanecer soñado humo blanquecino exhala,
De la noche fría aterida surge la yerba negra, oscura convertida, cuando la luna rie .

Una espada cae al abismo entre brumas escondido, desconocido, profundo

Arde el bosque. Las chispas encendieron el fuego rojo

El sol va muriendo y la sangre riega las praderas verdes

Mientras tanto las avispas gigantescas picotean el agua de las charcas y penetran en las profundas simas donde el rio fluye y oculto mece el cristal de agua, que en un hilo cae transparente

La sima sin sueño acoge oscura los efluvios de la noche sin límites

Abiertas las heridas, abierto el corazón que palpita sin cesar, la sangre no encuentra cauce por donde correr y en catarata se estrella contra las rocas

El sol ha muerto, la oscuridad de nuevo

La sima sin sueño acoge en su seno el último rayo de luz

Las nubes enturbian los espejos verdes haciendo llorar a la luna y las amapolas marchitas desaparecen

Azul cielo, blanquecina espora que vuela libre por el espacio infinito, perdiéndose en ese abismo neblinoso, onírico, hermoso del sueño, de la imaginación de...

Imagenes

Pamplona. Octubre 1982 

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