sábado, 8 de diciembre de 2012

Deja que el tiempo pase

Deja que los días huyan
que las hojas del calendario se las lleve el viento
como esas del otoño amarillento
volando por el espacio
de lo que es y no puedo tocarlo
de lo que vivo y sin embargo no veo
de todo aquello a lo que me dirijo y deseo.

Deja que los años transcurran
que las imagenes del pasado
en el foso de los recuerdos dormiten
como esos fantasmas de los sueños
que vienen y que van
escribiendo en mi mente un extraño e  irreal cuento

Deja que tu vida pase
que el tiempo queme
esas horas
esos días
esos años
tantos momentos que hubieras querido apresar para siempre
pero que huyeron para nunca regresar.

Dejalo, ya que es imposible detener la acelerada marcha
de lo que existe, envejece y muere
ya que es imposible hacer algo para que no ocurra

¿Sonries?.
Conformismo ante la fatal evidencia de  lo que somos

Si. No digas deja
di toma, vive, coge
no sea que volviendo la vista atrás no veas nada

De tan estoica manera de existir
suele quedar el vacio y la inutilidad de lo que desconocemos:
el rumbo de nuestra propia vida.

Pamplona. Septiembre 1983 

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